Devocional Día 10
ORACIÓN POR UN AVIVAMIENTO PARA MÉXICO
Antes de caer en pecado, Adán y Eva no sabían lo que era un avivamiento. En realidad, no lo necesitaban. En el jardín del Edén, ellos vivían en un constante avivamiento. Dios los visitaba al fresco de la tarde, y pasaba tiempo con ellos.
El hombre disfrutaba de Dios, y Dios del hombre. ¿Qué hablaban? ¿Qué planes hacían? ¿Jugaban? ¿Cantaban juntos?
Pero todo eso cambió cuando el ser humano escogió el pecado a la presencia de Dios. Y ese pecado hizo separación con Dios. El hombre se acostumbró a vivir alejado de Dios y, a lo mucho, acercarse a Él un par de veces por año, en ocasiones especiales.
Dios nos creó para tener comunión con Él todos los días, en todo momento. Para eso envió a su Hijo al mundo, para que no haya ningún obstáculo, ninguna razón, ningún impedimento para gozar de su presencia y comunión.
Avivamiento es volver a tener la misma intimidad con Dios que Adán y Eva tuvieron. Es vivir la experiencia del cielo, pero en la tierra. Es disfrutar de Dios. Es el cielo besando la tierra.
Oremos por un avivamiento para nuestras vidas, nuestra iglesia, nuestra ciudad, y nuestra Nación.
Oración de la Mañana
Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.”
Padre de gracia y amor, bendigo tu nombre en este día que tú has hecho para nosotros. Declaro que tu amor por mí es firme, que tus misericordias están presentes en mi vida, que tú sigues siendo fiel, aun a pesar de mis fallas.
Gracias Dios, por buscarme y atraerme a ti. Yo soy resultado de tu amor y de tu gracia. Me debo todo a ti.
Padre, clamo hoy por un avivamiento para tu iglesia. Prometiste derramar tu Espíritu sobre toda carne, sobre nuestros hijos, sobre los mayores, sobre todos los que en cualquier lugar confiesan tu nombre. ¡Manda un avivamiento, Señor! ¡Comienza conmigo! Avívame con tu Espíritu, aviva mi familia. Aviva mi iglesia.
Que en cada reunión se sienta el poder transformador de tu Espíritu. Aviva tu obra en nuestra ciudad. Que la salvación corra por sus calles y casas, por las escuelas, oficinas, negocios y fábricas.
Visítanos, Señor, con tu presencia. Derrámate sobre esta generación.
En el nombre de Cristo. Amén.
Oración de la Tarde
Zacarías 12:10 “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.”
Jesús amado, bendito Padre, glorioso Santo Espíritu, gloria a ti, gloria a tu Nombre. Engrandecido seas en la congregación de los santos. Que cada boca te exalte, que cada lengua confiese que tú eres Señor. Manifiesta tu presencia entre nosotros, Señor, con poder para salvación a todo el que cree. Visítanos, Señor.
Espíritu Santo, derrámate sobre nuestras vidas. Derrámate en la juventud de nuestra ciudad. Derrámate en los niños, aun los de pecho. Márcalos con tu presencia, con el sello de tu propiedad. Envía la promesa del Padre a nosotros.
Inúndanos con tu Espíritu hasta desbordar. Que tu Reino se establezca en esta ciudad a través de personas llenas del Espíritu Santo, encendidas con el fuego de la pasión por Dios. Te lo pido en el nombre de Jesucristo mi Señor. Amén.

